miércoles, 20 de mayo de 2009

Gracias

La rectitud de mis principios
Me obliga a desdibujarme
Para confesar algo.
Yo no escribo:
Sois vosotros, todos,
Los que tintáis mis dedos.

Vosotros me ponéis
El corazón en las manos
Porque sois mi sangre.
Yo no hago nada.
Os lo prometo.

Todos mis poemas
Son la metáfora de vuestra existencia,
una oda, triste o no,
a la grandeza de las pieles
que he tocado
y a los labios que no he besado:
sin su ausencia no podría
amar a los que sí he rozado.

La libertad de mis versos
Son el recuerdo de vuestra risa,
Consonando siempre mi alma
Con un mundo que me parecería insípido
Sino fuera por la esplendidez de vuestros miembros.


Así que, por favor,
No me felicitéis a mí.
Sois vosotros los poetas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sei grande