sábado, 28 de marzo de 2009

(Pervirtiendo un verso)


Podría llorar todos mis poemas esta mañana,
los que he escrito y los que me quedan;
pero tengo demasiado miedo a perderlos.

Son la morfina de mi agonía:
la agonía de recordarte siempre;
la de mi eterna(s) duda(s),
la de tus ojeras
y las mías - aunque no las veas, duelen,
como el surco del agricultor
duele a la tierra-.

Un poema atraviesa mis mejillas empero,
tan arraigado que ya lo tengo en la boca,
consiéndola con tinta transparente y un mar de comas
ovilladas a la almohada que esta mañana sostiene mi cabeza.
desordenándola, averiándola, Acallándola

2 comentarios:

natalia manzano dijo...

Tienes ese algo que distingue lxs que saben soñar que la vida son más cosas. Toda esa conciencia en tu búsqueda. Me gusta horrores la imágen de las comas.

Gracias por compartir

Unknown dijo...

Gracias a ti, Natalia. Este sábado hormonal necesitaba oír algo bonito.