Un día, uno cualquiera, una niña se despertó con un semáforo dentro. No tenía ámbar, pero cambiaba de color continuamente. Aún no había adelantado la pierna cuando tenía que retrasarla. Era un semáforo maniqueo, absorto en la memoria de unos principios que quizá no tenían finales, mucho menos finalidades. La niña no sabía qué hacer. Por supuesto, sólo pudo contemplar dos opciones: arrancarse la piel entera hasta llegar a las bombillas o ignorar en la medida de lo posible sus mandatos. ¿Cómo iba a deshacerse de lo único que la hacía visible? ¿Cómo estar segura de que el semáforo no iba a terminar por apoderarse de su cerebro, quedándose en mitad de la carretera, sóla ante el peligro, delante de cualquier desaprensivo al que únicamente le importara llegar? Las dudas eran altamente razonables: "mi cuerpo es todo lo que soy y los desaprensivos con prisa son amplia mayoría."
Pensó entonces que lo mejor era replantearse el problema, pero el semáforo, siempre maniqueo, casi fariseo, lanzaba ráfagas de calor que comenzaban a acompasar los razonamientos de la niña con los cambios de luz. Andaba y desandaba cada vez más rápido. El cuerpo se le volvió bicolor e intermitente
“Ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora no”.
“Ahora delante, ahora detrás”
“Ahora verde, ahora rojo”
“Ahora soy yo, ahora no”
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Desde entonces, la niña sigue ahí, parada en la acera, debatiéndose eternamente entre una idea y su contraria. Sin finalidad; sin final.
7 comentarios:
Si tiene una idea, y luego la idea contraria, supongo que deberá debatirse entre que tenga o no un final y/o una finalidad.
Pero bueno... supongo.
Nos vemos en proximidades reina. O no. Pero yo no soy tan indecisa (en este sentido, digo), así que seguro que nos veremos en proximidades. Aunque, bueno, teniendo en cuenta mi horario de esta semana creo que sí que tardaremos un poco en vernos. Pero la verdad no estoy muy segura, aunque...
No me perderia la cita de esta tarde contigo por nada del mundo
Sigo debatiendome entre si nos podremos ver o no, por que claro, el Jueves tal vez... pero no sé, la verdad... llegaré muy tarde a casa, y el viernes, el viernes... bueno, tal vez. Creo que el sábado, no sé... Tal vez hoy, no, pero hoy no, o si, bueno, ya veremos...
me encanta, me toca por algo que conozco, que soy yo.
aquí un semáforo que regaló su piel de amor hasta desgastarla y llegar a las bombillas y se las comió digirió cristales y se encontró desaparcada y a buen ritmo buscando ruta. :)
Gracias a tod@s l@s que perdéis el tiempo en mirar mi blog y a l@s que me decís cosas tan buenas sobre lo que escribo
Gracias a tod@s l@s que perdéis el tiempo en mirar mi blog y a l@s que me decís cosas tan buenas sobre lo que escribo
mmm.. genial, brillante, ámbar :)
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