Una habitación blanca, aséptica, con un reloj en medio. De espaldas a la pared, una mujer en un diván y a su izquierda, un hombre bipersonal: mitad Freud barbibigoteado, mitad poligonero tuneado. Los dos, la mitad Freudiana y la mujer adivanada tienen una libreta en la mano. La mujer, después de dar un repaso a los apuntes de su vida durante cuarenta y cinco minutos pregunta:
- Doctor ¿Por qué no soy feliz?
Las dos mitades contestan al unísono:
- Señora, usted no es contradictoria
1 comentario:
Muy muy bueno!! aún me estoy riendo. Tengo un libro por casa....te lo llevo estos días.
Muxu bat!
Publicar un comentario