jueves, 2 de octubre de 2014




















A mi compañera le gustan las canciones alegres.
Yo quisiera escribir para ella pero no me sale:
La alegría y mi sintaxis son dos líneas paralelas,
Ni tienen el mismo centro, ni mucho menos llegan a tocarse.
Mi optimismo se reduce al acto  de escribir.
Afortunadamente la vida es otra cosa: es carne, es saliva, es lamerle las verdades,
Tragarme sus mentiras.
Por suerte puedo lavarle las bragas, incluso cuando la menstruación
ha oscurecido
El fondillo.
Se las lavo mientras escucho hits de las radiofórmulas, feliz.

La intimidad es sucia y me gusta así.


Pero a ella le gustan  las canciones alegres y a mí…
a mí no me salen.
Desde antes de crecer mi mirada es seria,
Mi entrecejo arrugado
Mi  sonrisa aciaga
Y mi discurso difuso
O
Macilento.
Antes de que me dieran el segundo beso ya me parapetaba en los                                                                                                                                               márgenes.

A ella le gustan las canciones alegres,

a mí lavar su ropa interior
                                                          Sucia. Feliz

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