A mi compañera le gustan las canciones alegres.
Yo quisiera escribir para ella pero no me sale:
La alegría y mi sintaxis son dos líneas
paralelas,
Ni tienen el mismo centro, ni mucho menos
llegan a tocarse.
Mi optimismo se reduce al acto de escribir.
Afortunadamente la vida es otra cosa: es carne,
es saliva, es lamerle las verdades,
Tragarme sus mentiras.
Por suerte puedo lavarle las bragas, incluso
cuando la menstruación
ha oscurecido
El fondillo.
Se las lavo mientras escucho hits de las radiofórmulas,
feliz.
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